Aquella noche, se fueron mas tarde de lo normal. Su amigo no paraba de preguntarle:
-¿No quieres que te acompañe hasta tu casa? Es muy tarde.
Pero ella respondia:
-No, claro que no. Vives mas cerca, no voy a dejar que hagas 10 paradas mas solo por hacerme compañia.
Al final su amigo desistio, y se bajo donde le correspondia. En la parada siguiente entraron tres hombres, codo a codo, tan pegados que casi parecian siameses. A ella le resultaban muy extraños. Al final se sentaron enfrente suyo.
"Bueno no pasa nada" se decia "tenian otros sitios pero se han sentado ahi. ¿Que problema hay" Pero cada vez estaba mas nerviosa.
Lo peor es que los de los lados, no paraban de mirar a los lados, pero el de en medio, la miraba fijamente, con una mirada tan penetrante que parecia que leyera sus pensamientos.
Cada vez estaba mas nerviosa. Se revolvia inquieta en su silla, deseando llegar a su casa. Y cada vez habia menos gente en el vagon, hasta que solo quedaron ella y los tres hombres.
En la parada anterior a la suya, se subio otro hombre extraño. Se sento junto a ella. No podia estar mas nerviosa. Queria salir de allí, ¡ya!
Entonces el hombre le susurro:
- Si quieres vivir, bajate conmigo en la siguiente parada.
Sintio un escalofrio. No sabia que hacer. Si se quedaba, no sabia que podria pasar, esos tres hombres le daban miedo. Pero si se bajaba, aunque corriera, seguro que el hombre de su lado la alcanzaría...
No tuvo tiempo de pensar. Llego a su parada y salio corriendo. Pero como ella pensaba, el hombre la alcanzo en las escaleras mecanicas.
La sujeto mientras le decia:
-Calmate, calmate. No te voy a hacer daño. Solo queria que bajaras porque el hombre sentado frente a ti, estaba muerto.
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