Historias que te llegaran al alma: noviembre 2012

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viernes, 30 de noviembre de 2012

Adivina Adivinanza...

¡Muy buenas bloggeros! Lo sé, lo sé... Soy un desastre. No paro de disculparme por no subir entradas, ¡y luego no subo ninguna más! Es que tengo tan poquito tiempo... Os recompensaré, lo prometo. Es más, cuando publique esto ya estaré escribiendo otra entrada. Venía decir varias cosas:
1º Pedir disculpas otra vez por la tardanza.
2º ¡He abierto otro blog! Para los amantes de Percy Jackson, diré que va sobre eso. No se si lo vereis en mi perfil pero os pediría que no entrarais porque aún está en "construccion".
3º Y no menos importante.... Un texto escrito por mi (obvio) xD
Bueno es una especie de adivinanza, y me direis: ¿Pero como puedes escribir otras cosas y no concentrarte en el blog?
Bueno en mi defensa diré que no lo he escrito "por voluntad propia". En realidad es una redacción que escribí para lengua hace un tiempo. Teníamos que hacer una redacción/descripción. Si alguien adivina quien o qué es antes del final, que me lo diga por favor. Sería la primera persona. Y si alguien no lo entiende se lo explico xD. La verdad es que tiene trampa, pero en fin aquí esta. (Por cierto, si por cualquier motivo mi profe de lengua entra aquí y ve esto, no, no lo he copiado. El blog es mío y verá que la redacción se la entregue hace muuuuuucho tiempo.)


Adivina, adivinanza...


Menos mal que hoy no me ha tocado a mí. Después de todo siendo como soy, no sabes cuando puedes acabar mordisqueado. Porque siendo como soy, que alguien entre por la puerta, es muy peligroso. Sobretodo si se dirige hacia mí. Por suerte estoy al final aunque veo a mis compañeros irse uno a uno. Yo que soy mas pequeñito que un pulgar, con unas piernecitas tan cortas que no puedo huir, ni bracitos para trepar. Y menos por esa superficie lisa que es el plástico. Por suerte tengo unos compañeros en la misma situación que yo, ¡temerosos de que llegue nuestra hora! Y todos apretujados. Y lo peor es que yo soy de los favoritos, de color rojo fresita. ¡Quien fuera verde, que esos tienen mas suerte! Aunque acabaran igual, porque la gente casi no se fija. ¡Que destino mas cruel el nuestro! Cuanto admiro a los de arriba, ¡que están a salvo en su estantería! Aunque mis compañeros de al lado derecho tienen casi la misma suerte que yo, solo que además están aislados por una fina pared flexible de plástico y no pueden comunicarse entre ellos. Yo si he tenido esa suerte. Porque vivir aislado y sin saber cuando llegara tu final hasta que te sacan de tu prisión, eso debe de ser horrible. Y esos terribles humanos, que disfrutan masticando. Todo hay que decirlo, porque con nosotros acaban rápido. Pero peor suerte tienen los de la izquierda. Igual de envueltos que los de la derecha, pero ellos son masticados una y otra vez, hasta que son echados a la papelera. Y luego están esos combinados. Pobres cacahuetes y chocolates. Ellos si que sufren. Sobretodo los cacahuetes, envueltos por el chocolate que no pueden hablar con sus compatriotas. Todos tenemos tan mala suerte… ¡Oh, no! Ahí viene uno. ¡No, no! Me cogió. Y me metió en la bolsa. Y además con lenguas y fideos picantes. ¡Puaj! Tendré que aguantar que se me pegue su azúcar hasta el final. ¿Que he hecho yo, un pobre osito de gominola, para acabar metido en una bolsa?