Historias que te llegaran al alma: septiembre 2011

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lunes, 19 de septiembre de 2011

Capitulo 4

No habia pegado ojo en toda la noche de lo nerviosa que estaba. Creo que a los demas les pasaria algo parecido. Aun asi, por la mañana, estaba llena de energia. Me lave un poco la cara con el agua que alguien me habia dejado, y me puse la ropa del dia anterior. Me encontre con mis amigas al pie de nuestro arbol, y a los chicos al arbol de al lado. Yo estaba muy emocionada, por que por una vez en la vida hariamos algo emocionante de verdad. Por que cuando vives en una ciudad grande, vas al instituto y tal, lo mas emocionante que te puede sucederque haya una pelea en el descanso (de veras, no estoy en contra del instituto ni nada, pero es la verdad). Nevin se acera a nosotros y nos lleva fuera del pueblo, cerca de un bonito lago. Era como en una de esas fotos o esas postales, con el agua cristalina y la tipica cabaña de madera a la derecha. Solo que aqui ademas, gente peleando entre ellos, no solo adultos, tambien gente como nosotros, incluso niños de diez años que manejaban la espada mejor de lo que yo llegare a manejarla jamas. Aunque habia unos cuantos que preferian luchar contra muñecajos hechos de paja. Tambien habia gente practicando con el arco. Nevin nos dio a las chicas un arco y unas cuantas flechas. Luego a lo chicos, espadas y escudos. Me alegro de no tener que coger las espadas. Me recuerdan a las peliculas de terror, como scream donde siempre matan a la gente con cuchillos -brrr, espeluznante- el arco, por lo contratiro me recuerda al canal de deportes. La verdad, es que yo nunca -repito, nunca- he tenido buena punteria. De pequeña, cuando jugaba con mi padre al tenis tenia que ir de un lado a otro a por la pelota. Una vez la cole en el balcon de la vecina del primero. Pero he de reconocer que el tiro con arco se me daba genial. Cuando empèce a tirar no se hiba hacia los lados, ni mas arriba ni abajo. Daba en la diana. No xactamente en el punto central, pero era un buen comienzo. Vero y Miriam tampoco iban mal. A lo mejor con un poco mas de practica... sí, ¿por que no? Podria ser una de las mejores tiradoras de arco. Aun que lo tenia bastante dificil con esa competencia, me tendria que esforzar bastante.Sin que me diera cuenta, Nevin se me hacerco por detras, me sujeto los brazos y me dijo:
- Asi tendras mejor punteria.
Yo solo asenti, sorprendida por el repentino acercamiento entre los dos. Cuando se fue, me di cuenta de que habia contenido el aliento. Uff... si es que es tan guapo. Y esa ropa le favorecia mucho. Cosa que no podia decirse tanto de mi hermano. Pero a el le iba perfecto. Me quedo mirandolo un rato... hasta que se da cuenta. Me giro y sigo practicando. Creo que me he puesto colorada como un tomate. No me extraña. Espero que no se note...
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A la hora de comer, nos trajeron unos platos con sopa, que no se que llevarian, pero estaba deliciosa. Sabia un poco como... no se, tenia un sabor unico, que no habia probado antes. Un sabor que no encuentras en casa. Como fue la primera vez que cogi el arco, despues de acabar la sopa, me fui a mi casita, me tire en la cama y me heche una siestecita. Tenia los brazos doloridos. Cuando me desperte, faltaba un rato para el atardecer. Baje, y descubri a mis amigas charlando con chicas de la aldea. La verdad, no me apetecia mucho hablar, asi que me fui a dar un paseo.
Pasearia unos veinte o treinta minutos y descubri un pequeño valle, con otro lago aun que mas pequeño. Y alli estaba el. Nevin. Sentado en la orilla del lago. Intente irme silenciosamente, pero pise una rama y su mirada se clavo en mi nuca. ¡¿Como puedo ser tan torpe?!
- Has descubierto mi escondite -me dijo al fin.
- ¿Perdona?
- Aqui vengo todos los dias desde que era pequeño, a ver el atardecer. Me relaja -suspiro- hasta ahora nadie ha venido aqui excepto yo. Ni si quiera mi hermana. ¿Como lo has descubierto?
- Yo... yo solo estaba dando un paseo -dije un poco cortada.
El se rio.
-No importa. puedes sentarte, si quieres.
-Vale -respondi mientras me sentaba a su lado. Podia notar perfectamente como mis mejillas se encendian. Espero que con la luz del atardecer no se notara.
Nos pasamos un rato en silencio, en un incomodo silencio.
- ¿Sabes que tiene de especial este sitio? -me alegre mucho de que el rompiera el silencio.
- Claro.
- Tiene la mejor puesta de sol de todo el bosque.
- ¿De veras?
- Aja. Para serte sincero, yo tambien descubri este sitio como tu, dando un inocente paseo a los siete años.
Me imagine a Nevin de pequeño, seguro que era una monada. Intente reprimir una risita.
-Este sera nuestro secreto ¿vale? Este es unico sitio donde puedo venir sin tener que escuchar el tintineo de las espadas al chocar, ni la vibracion de los arcos -me puse mas colorada aun. Habia dicho "nuestro secreto" y sonaba tan... personal.
-Vale - respondi.
Y justo cuando se ponia el sol, el y yo nos miramos a los ojos. Dios mio, sus ojos eran tan bonitos. Normalmente las chicas dicen que los ojos mas bonitos son los verdes, o los azules. Antes yo tambien creia eso. Pero sus ojos,  ¡Madre mía! sus ojos eran especiales. Y sin que me diera cuenta, nos acercamos poco a poco, hasta que podiamos sentir el aliento del otro. Entonces cuando sus labios tocaron los mios, cerre los ojos para poder disfrutar mas del momento...








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sábado, 17 de septiembre de 2011

Capitulo 3

Andamos durante una hora, mas o menos, entre el bosque. Al final llegamos a una especie de campamento o poblado, tipo la peli de Robin Hood. Casas en los arboles, gente vestida mas o menos como nosotros...Aunque la verdad la gente no toda era igual. Lo normal es que si 25 personas escaparan de una misma ciudad, tuvieran mas o menos el mismo colos de pelo, o de piel, o de ojos... pero ahi habia rubios, castaños, morenos, pelirrojos... y tambien gente blanca, negra, asiatica, y con los ojos de color negro, marrones, azules, verdes, grises...
-Esperadme aqui, por favor -dijo la niña. En eso dio un golpecito al arbol y cayo una escalera de cuerda. Trepo por ella hasta llegara a una casa que habia en el arbol. En cuanto termino de subir todos empezamos ha hablar.
-¿Que estara pasando aqui? -dijo alguien.
-¿ Y yo que se? He llegado con vosotros.
- Para mi que esto es un sueño -dije yo. Entonces Vero me peñizco- ¡Ayy!
- No, no es un sueño -dijo.
- Escuchadme... -dijo Miriam- ¿Y si nosotros fueramos los extranjeros? Eso suele pasar en las pelis. Un grupo de chicos que no saben nada y de repende les pasa algo extraño y acaban en un lugar desconcido con la mision de salvar el mundo.
-Tu ves demasiadas peliculas -dijo Guille.
-Si, ademas, ¿que sabemos nosotros de pelear? -apunto Juan.
-Yo se algo de karate -señalo Hector- pero de poco serviria contra espadas y lanzas.
Solo de imaginarme como quedariamos me estremeci.
-Ademas... que ocurrira si nuestros padres descubren que no estamos.
- Umm...
En todo lo que discutiamos, la niña bajo del arbol y seguida de ella, un chico que tendria mas o menos nuestra edad, vestido con trajes como los chicos, pero en negro y con capa tipo camuflaje. Era palido, con los ojos castaños y pelo tambien del mismo color -¡¡Que guapo es!!.
- Buenos días, extranjeros -dijo sonriendo, segurmente para darnos la bienvenida. La verdad es que su voz era suave, tranquila y serena, pero sobre todo amable. De repente, ya no me senti tan insegura- ¿Por que no subimos a mi casa, y hablamos mas tranquilamente?
La cabaña no era como me la imaginaba. Era mucho mas espaciosa, iluminada y sobre todo elegante a su manera. Por supuesto no habia ordenadores ni lamparas alogenas, pero era todo muy bonito, a lo rustico.
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Ya de noche, nos enseñaron una cabañitas, un poco mas pequeñas donde pasariamos la noche hasta que descubrieramos  como volver a casa. Intentamos tocar las joyas a la vez pero no funciono nada. En la reunion hablamos sobre de donde meniamos, y cuando nos preguntaron por donde se iba le conte, quiero decir, contamos lo de nuestras joyas. El nos dijo que a lo mejor podriamos volver a casa gracias a la esmeralda de ese poderoso sacerdote, pero para eso tendriamos que ayudar. Yo opino que si el sacerdote es tan poderoso no tenemos nada que hacer contra el. Aun asi, Nevin (asi se llama el chico, ademas descubri que la niña que nos encontramos es su hermana menor, llamada Adalia) piensa que nosotros somos los chicos de la profecia. De todas formas pienso que debemos ayudarle. Por que.. ¿y si de verdad somos los chicos de la que habla su profecia? Mañana empezaremos con un plan de ataque, y a nosotros nos vana a entrenar para pelear. Suena bien. Estara bien hacer algo emocionante por una vez. Aunque de todas formas, yo creo que esto es un sueño. Alguna vez he tenido sueños donde me peñizcaban y no se por que no me despertaba. Puede que esto sea uno de esos. O a lo mejro me he dado un golpe en la cabeza o algo asi. Pero no creo que sea real. Ni mucho menos.








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jueves, 15 de septiembre de 2011

Capitulo 2

-¿Que ha pasado? -dijimos todos a la vez. Todos nos ecojimos de hombros.
- No lo se -dije- solo toque el  collar que me dejaste debajo de la almohada, y de pronto empezo a brillar.
- Yo tambien he tocado tu regalo, y me ha pasado exactamente lo mismo -respondio Guille.
- Yo estaba jugueteando con el anillo que me ha regalado esta tarde Juan.
- Y yo con mi piedra de los recreativos.
-Vale, eso significa que hemos llegado aqui a traves de los pedruscos -dijo Hector- pero... ¿Donde estan las piedras ahora? y lo mas importante... ¿Donde estamos?
- ¿Y por que Hector y yo hemos acabado aqui si no hemos tocado las joyas? -completo Miriam.
- A lo mejor es por que estabamos en la misma habitacion -dije yo.
- Vale, a lo mejor si encontramos las piedras podemos volver a casa -dijo Juan.
- Tal vez se han caido por aqui -en ese momento empezamos todos a buscar las misteriosas joyas. Entonces me di cuenta de que la llevaba puesta. Llevaba puesto el collar. Y Vero, el anillo. Creo que los chicos se dieron cuenta de que su joya estaba en los bolsillos.
- Vale, ya tememos las joyas, ¿donde estamos? -pregunto Vero.
- A eso puedo responder yo -sono una voz de niño pequeño, detras de un arbol. Se trataba de una niña de unos 5 o 6 años, con ropas pareciadas a las nuestras, pero en vez de un vestido, llevaba pantalon. Tenia el pelo cortito, de color negro y liso. Los ojos azul claro y era bastante palida -estais en la Tierra de Nadie.
- ¿Tierra de Nadie? -preguntamos todos a la vez. La niña asintio.
- ¿Y por que se llama asi? -pregunte.
-Sois extranjeros, ¿verdad? Bueno, os lo explicare. Hace muchos años, tantos que ni mis tatarabuelos habian nacido, el sacerdote del rey de nuestro reino consiguio un inmenso poder gracias a una joya, una esmeralda gigantesca. El sacerdote, que siempre anelo el poder del rey, sometio al pueblo a la esclavitud, condenandolos a todos. Cualquiera que intentara una rebelion o escaparse era torturado y castigado con la muerte. Por eso, un pequeño grupo ideo un plan para salir fuera de las murallas del reino, ya que los poderes del sacerdote no podian expandirse mas alla. De las 50 personas que intentaron escapar, solo lo consiguieron 25. Sus descendientes, osea mi pueblo, intenta atravesar la muralla o infiltrarse en el circulo mas selecto del sacerdote para poder acabar con el o con su poderosa esmeralda, pero no tenemos mucho exito. Segun las profecias, alguien llegado de tierras mas lejanas quel oceano nos ayudara a poder volver a nuestro preciado reino. Por eso, aqui todos esperamos algun extranjero, como vosotros que nos ayude a solucionar este grandisimo problema -alucinante.
- Pero...si eso fue hace tanto tiempo, ¿por que no habeis vuelto al reino? -pregunto Vero.
-Por que al conseguir la Esmeralda, el sacerdote se convirtio en inmortal. Llevamos siglos luchando contra el.
- ¿Y donde esta tu pueblo? -pregunto Miriam.
-Por aquí, segidme -y emprendimos el camino hacia lo que seria la mayor aventura de nuestras vidas.








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martes, 13 de septiembre de 2011

Capitulo 1

No podia creerlo, mi propio equipo me habia abandonado, traicionado. Increible. No me lo podía creer. Confie en ellos y ahora... esto. Me dejan completamente sola, en un tumba oscura, en medio de la noche y intentando soportar a bichos asquerosos. Vale, en reailadad esto no es una tumba, si no el sotano de mi casa. Vale, no es de noche, pero me han apagado las luces, y aqui dentro no se ve un pimiento. Pero si que hay bichos asquerosos. ¿Y todo por que? Por la tarta de cumplaños de mi hermano Guillermo. El mismo hermano que ha hecho que hoy perdiera el bus al ponerme perdida con su batido de chocolate. El mismo hermano al que castigaron un mes sin salir hace un año por cortarme el pelo mientras dormia. El mismo hermano que... ¡Espera, algo me esta trepando por la pierna! Mejor salgo de aqui.
-¡Susi! La tarta ya esta preparada, vamos, sube.
-No hace falta que insistas, mama. Pero no se por que tengo que comer tarta, cuando yo ya he comido la mia -dije, subiendo las escaleras. Guillermo y yo somos mellizos (desgraciadamente) y hoy cumplimos 14 años. En mi opinion, los mellizos tendrian que ser uña y carne, no pelear nunca, defenderse el uno al otro, como en las pelis. Pero no siempre se consigue lo que quieres.
- No hace falta que te la comas, sola basta con cantar el cumplaños Feliz. luego, eres libre.
-¿De veras? -dije, mirandola a los ojos.
- Si, de verdad -solo puedes saber si mi madre miente mirandola a los ojos. Siempre que miente baja un instante la mirada. Por una vez, estoy completamente segura de que dice la verdad.
La verdad es que habia bajado a por su regalo. Como yo, Guille nunca baja al sotano, solo para ocasiones extrctamente execpionales. Por eso lo escondo alli. Pero aun asi me da un poco de miedo bajar, todo esta lleno de telarañas, y bichos muertos -¡puaj!- por eso pido que me acompañen mis amigos. Pero son debiles de mente... oyen la palabra "dulce" o cualquier cosa que lo lleven y suben a toda prisa. Lo reconozco, yo tambien habria subido de no ser por que alguien sin querer -o a lo mejor queriendo- apagara las luces. Que se le va ha hacer. Por lo menos tengo el regalo. Es una piedra que vi cerca del río. Parece un diamante, pero es azul. No, no creo que sea un zafiro. ¿Por que hiba a querer alguien tirar algo asi? Ademas, es execesivamente grande. Pero no se lo voy a dar. Se lo voy a dejar en su mesita de noche. Despues de la tarta subire con la excusa de coger una chaqueta, aun que no hace mucho frio. Bueno, algo se me ocurrira.
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Despues de la tarta y de dejarle su regalo, mis amigos y yo nos fuimos al centro comercial. Bueno, en realidad solo nos dio tiempo a comprarme algo por mi cumple y de paso a que Miriam me comprara mi regalo. Yo me comple una falda azul de volantes y ella me compro una camiseta morada muy chula.
En cuanto acabamos las compras, Juan decidio ir a los recreativos. Ya que mi madre me habia dado la paga de cumpleaños decidi gastar un poco mas en los juegos. Al final, nos fuimos a coger premios, ya que habiamos ganado muchisimos tickets. Juan vio una piedra igual a la que le habia regalado a Guille y un anillo con piedra pareida, mas pequeña y roja, por mil puntos. Teniamos de sobra. Guille dijo que le hiba a regalar el anillo a Veronica, su amor "secreto". Despues, nos encontramos con Guille y sus amigos, asi que como nosotras nos ibamos a la pelu, Juan decidio quedarse con los chicos mientras Veronica, venia con nosotras ha hacerse unas mechas nuevas. Juan aprobecho y le dio el regalo a Vero. Yo solo iba a que me cortaran un poco el pelo, pero de todas formas Miriam decia que no hacia falta.
- Pero si tu siempre vas perfecta, con tu pelo castaño y esos increibles ojos verdes -me decia siempre que hablabamos de ropa, o de ir a la peluqueria, o de cualquier cosa que tuviera que ver con el aspecto-. Si yo tuviera esos ojazos me gastaria todo mi dinero en ropa que los destacara aun mas -aunque seamos muy amigas, ella dice que ojala tuviera los ojos como los mio, por que sus ojos son oscuros (aun que cuando me la imagio con ojos verdes esta fatal) y yo la envidio por tener esa larga cabellera castaño oscura y ondulada.
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Ya en casa, invite a Miriam a dormir.A las doce nos fuimos a la cama, aun que nos quedamos en mi habiatacion charlando bastante rato. Al apoyar la cabeza en la almuhada, senti algo duro, como una piedra pequeña. Cuando mire debajo, habia un collar precioso con una esfera de cristal, y dento de esta, encajada una piedra muy bonita, de color rojo, como la que yo le habia regalado a Guille pero mas pequeña. Habia una tarjetita. Decia lo siguiente:
Para Susana de Guillermo.
Pensaba que Guille no me habia comprado ningun regalo. Pero la verdad es que ha hacertado de lleno en mi regalo ya que hace tiempo perdi mi collar favorito. 
¿Eh? ¿Que esta pasando? el colgante ha empezado a brillar?
- ¿Que pasa, Susana? -Miriam ya se habia dormido.
- No lo se, el colgante que me ha regalado Guille ha empezado a brillar.
-¿Pero no que Guille no te habia regalado nada.?
-Pero es que me lo he encontrado debajo de mi almohada... -en ese momento la luz del colgante se hizo tan potente que tuve que cerrar los ojos para no quedarme ciega. Cuando la luz se apago, o por lo menos se hizo mas tenue abri los ojos.
Ya no estaba en mi habitacion, estaba en un bosque. Un bosque con largos arboles de madera clara y hojas grandes y verdes. Guille, Juan, Vero, Hector (el mejor amigo de mi hermano, que tambien se habia quedado a dormir) y Miriam estaban tambien. Nuestras ropa habian cambiado por trajes muy bonitos, que tenian pinta de mediaval. Las chicas llevabamos una especie de vestido, pero no con vuelo, como en las pelis mediavales, si no que caian como un vestido sencillo e informal pero con bonitos diseños y hechos de un material muy suave. El mio era blanco, decorado con una cenefa de triangulos en las mangas (largas) y al final de la falda. Los chicos, pantalones oscuros una especia de jersey del mismo color. El de Guillermo era negro. Ademas, todos teniamos capas del mismo color que nuestros trajes.
¿Donde estabamos exactamente? ¿Seria todo un sueño?








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